Cómo evitar la obesidad en niños
La obesidad es un grave problema de salud en México. Es de suma importancia tomar medidas para combatirla, dado que los pequeños están en riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
¿Qué es la obesidad?
Se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo debido a un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, aunque en su origen también se involucran factores hereditarios, sociales, culturales y psicológicos.
No obstante, la obesidad es una enfermedad crónica que se puede prevenir.
¿Cómo se diagnostica la obesidad en los niños?
La manera de saber si un niño es obeso, es relacionando su peso con su estatura. Para esto se utiliza un parámetro conocido como índice de masa corporal (IMC), éste se calcula con la siguiente fórmula: IMC= Peso/ (estatura en metros)2.
Un resultado entre 25 y 29.9 indica sobrepeso.
Un IMC igual o mayor a 30 indica obesidad.
Por ejemplo:
El IMC para un niño de 1.07 m y 32 kg es: IMC= 32/(1.07 *1.07) = 27.9 = obesidad.
¿Por qué hay tantos niños obesos en México? Está documentado que más del 95% de la obesidad infantil se debe a causas como la mala alimentación y a la falta de ejercicio. Sólo del 1 al 3% de los casos de obesidad infantil está asociada con alguna enfermedad y generalmente se acompaña de estatura baja.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Consumir regularmente alimentos altos en calorías como la comida rápida, las golosinas, los refrescos, los jugos, productos industrializados y botanas.
-
Incluir pocas frutas y verduras en la alimentación.
– La falta de supervisión de los padres en cuanto a la cantidad y la calidad de los alimentos.
– Destinar casi todo el tiempo libre a actividades sedentarias como ver la televisión, estar frente a la computadora y a los juegos de video.
- La falta de ejercicio físico y actividades recreativas.
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Niños con aislamiento social y problemas afectivos.
¿Cuándo hay que llevar al niño con un nutriólogo?
Una vez que el pediatra ha diagnosticado que el niño tiene exceso de peso, recomendará un régimen de alimentación y ejercicio que le permita perder grasa -y no músculo porque se detendría su crecimiento-. El nutriólogo hará una evaluación del pequeño para diseñarle un programa individualizado con el que, el especialista, supervisará la pérdida paulatina de peso y al mismo tiempo monitorear que el crecimiento y el desarrollo del chico sean apropiados a su edad.
En ciertos casos, el tratamiento multidisciplinario contará, además, con la participación de un psicólogo.
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