Una de las botanas favoritas para preparar en casa son los aros de cebolla. Si es la primera vez que vas a hacerlos, no puedes dejar pasar estas 5 recetas súper deliciosas, perfectas para tu fiesta o una tarde de pelis.
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Onion rings: todo un misterio en la historia
No se sabe a ciencia cierta el origen de los aros de cebolla. Su primera aparición fue en el año de 1933, en una de las páginas del New York Times.
Sin embargo, el famoso restaurante Pig Stand reclama ser el inventor de los aros de cebolla, cuya elaboración dice que data desde los años 20. Sin embargo, no hay pruebas suficientes de esto.
Estos aros de cebolla crujientes son los nominados para que los disfrutes con tu película favorita.
Algunas curiosidades de este snack
- En 1802 había una receta muy similar a los aros de cebolla, llamada “cebollas fritas con queso parmesano”, que tenían una preparación muy similar.
- Las cebollas ideales para preparar este snack son las blancas, pero hay quien prefiere disfrutarlos con cebollas moradas (todo es cuestión de experimentar).
- Aunque no lo creas, ¡existen las pastillas con sabor a aro de cebolla! Se consiguen únicamente en Internet (¿las probarías)
- La planta de la cebolla ¡duerme! Esta es una cualidad que poseen algunos tipos de planta, llamado dormancia. Las plantas toman una postura de descanso que les ayuda a ahorrar energía, especialmente cuando hay condiciones climáticas inestables.
- Cada año, en la ciudad suiza de Berna, celebran el Zibelemärit o Mercado de la cebolla. Esto con el objetivo de que los productores muestren sus productos, además de curiosas exposiciones de cebollas disfrazadas de forma artística, y deliciosos platillos con este ingrediente (no dudes que haya muchos aros de cebolla por ahí).
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Beneficios de la cebolla
- Contiene uno de los más poderosos antioxidantes, la quercetina, que ayuda a prevenir la osteoporosis.
- Otros antioxidantes, como la vitamina C, en conjunto con la quercetina, combaten los radicales libres y disminuyen las posibilidades de desarrollar cáncer al reforzar el sistema inmune.
- Sus cualidades antibacterianas, antimicóticas, y antiinflamatorias, hacen de la cebolla un coadyuvante en el tratamiento de resfriados, congestiones nasales, infecciones y algunos dolores producidos por inflamación.
- Los prebióticos presentes en la cebolla ofrecen grandes beneficios al favorecer el desarrollo de bacterias benéficas (probióticos) que ayudan a la digestión.
- Los componentes activos de la cebolla, alicina y alíina, tienen propiedades antitrombóticas (evitan la formación de coágulos en la sangre) y contribuyen a la la reducción de la presión arterial. ¡Buenísimo!
- Una investigación hecha en el Reino Unido mostró que sus tiosulfinatos (compuestos de azufre responsables de su olor) protegen contra las enfermedades cardiovasculares.