Mitos y verdades de la grasa

STMitos-y-verdades-de-la-grasa.jpg

Las grasas son malas?

A las grasas, piérdeles el miedo, no el respeto. Tienen mala fama, aunque son imprescindibles para vivir bien. Aprende cuáles son buenas y aquellas perjudiciales para ti.

Por Mariana Camarena

Tendemos a culpar a las grasas por la gran cantidad de obesos que existen en el mundo. En los años 60 y 70, los doctores afirmaban que las grasas en la dieta eran las culpables de múltiples afecciones cardiacas, por lo que promovían regímenes con solo un 10% de ellas y así garantizar una buena salud cardiovascular en los individuos. Entonces la gente comenzó a temerle al consumo de grasas por pensar que ellas hacían que ganaran peso y se enfermaran. La realidad es que debemos consumirlas, pero en cantidades adecuadas para lograr un equilibrio, pues sus funciones son vitales y únicas.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS GRASAS?

Los lípidos son importantes para subsistir. Estas sustancias son las principales fuentes de energía que tenemos, regulan la temperatura de nuestro cuerpo, protegen órganos vitales como el corazón y los riñones, mantienen los niveles hormonales en niveles adecuados y sirven para transportar nutrientes liposolubles como las vitaminas A, D, E y K, importantes para la salud. Las grasas impiden que las proteínas se gasten como fuente de energía y cumplen una función estructural importante en todas las membranas celulares.

¿CUÁNTO INGIERO?

La recomendación diaria para la población en general (niños y adultos) es seguir una dieta que aporte entre 25 y 30% de grasas. De este porcentaje, no consumir más del 7% en grasas saturadas.

VENTAJAS EN LA DIETA

Cuando ingieres grasas saludables, controlarás mejor tu apetito. Asi- mismo, notarás mayor elasticidad en tu piel y obtendrás una ade- cuada nutrición. La grasa ayuda a que las células tengan una estruc- tura apropiada, absorban bien los nutrientes y el transporte funcione adecuadamente.

Las grasas poliinsaturadas, sanas y necesarias para varios procesos en el cuerpo (como el grupo del Omega-3) promueven la desinflamación celular y coadyuvan a tener un cuerpo más eficiente.

Todas estas ventajas se obtienen siempre y cuando seas muy selectivo con el tipo de grasa que ingieras. Por ello es importante perderles el miedo, pero no el respeto; es decir, definir la cantidad y el tipo de grasa a consumir sin miedo a que te engorden.

Por ejemplo, en vez de usar mayonesa para tu sándwich, úntale un poco de aguacate. Si tienes antojo de comer aderezo en tus ensaladas, no optes por el ranch o César, sino por el aceite de oliva combinado con vinagre de manzana o un poco de balsámico; aún mejor, añádele un puñado de nueces mixtas para maximizar sus propiedades combinadas con otros vegetales.

En vez de cocinar con mantequilla, usa aceite de canola, de soya o en spray, prefiere untarles hummus a tus tostadas, en vez de crema. Evita comer a diario carne de res, prefiere la ingesta de pescados como salmón, filete o atún (fresco o enlatado).

Con pequeños cambios en tu alimentación diaria convertirás a las grasas en tus aliadas. Recuerda: la meta es comer con conciencia para saber qué es lo mejor para nosotros y, de este modo, disfrutar cada bocado de manera muy nutritiva.

También lee:

Buenas razones para “comer orgánico”

Cómo tener una mejor alimentación

¿Los lácteos son buenos o malos?

Editora Digital Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, con experiencia en tradiciones orales, gastronomía y cultura mexicana.
Contenido relacionado
¿Alguna vez te has preguntado por qué se llama así este popular platillo? Aquí te contamos todos los detalles
En el mundo de la coctelería hay bebidas súper famosas y deliciosas, pero, ¿cuál es la mejor? Esto opina la IA
La lista de Taste Atlas es solo un punto de partida para descubrir los mejores tacos de carne asada en México, ¿cuáles son tus favoritos?
Prepárate para un festín de sabores y texturas que te transportarán al corazón de la cultura gastronómica del hot dog
Esta es la forma en que debes cuidar y tratar los mangos para que te duren más y no se hagan feos después de que los compres