Las calabacitas o zucchini son usadas en muchos platillos de la cocina mexicana e internacional, pero su alta concentración de agua las hace difíciles de conservar. A todos nos ha pasado más de una vez que se quedan al fondo de un cajón en el refrigerador por un par de días y salen cafés e inusables. Si quieres que se mantengan frescas y sabrosas por más tiempo, aquí te dejamos los mejores tips:
1. Guarda las calabacitas enteras en el refrigerador
Evita lavarlas antes de almacenar. La humedad fomenta el crecimiento de moho y acelera el deterioro. Mejor, coloca las calabacitas secas y sin envolver dentro del cajón de las verduras o en un bolsa plástica semiventilada, dejando un extremo abierto o con pequeños orificios. Así permanecerán entre 5 y 14 días, asegurando frescura y textura crujiente.
2. Evita el contacto con ciertas frutas
Mantén las calabacitas alejadas de frutas como manzanas, plátanos o tomates, ya que el gas etileno acelera su maduración y deterioro.
3. Almacena por separado los cortes
Si ya las partiste, guarda los trozos en un recipiente hermético o bolsa con un papel absorbente en el fondo para eliminar exceso de humedad. Así pueden conservarse entre 4 y 5 días.
4. Congela lo que no consumirás pronto
Cuando tengas exceso, corta las calabacitas, blanquéalas en agua hirviendo por 1–2 minutos, enfríalas en baño de hielo, sécalas bien y congélalas en bolsas aptas. Durarán 3 a 4 meses en perfectas condiciones para usarse en sopas, guisos o caldos, aunque su textura no será la misma.
Consejos extra para mayor frescura:
- Compra calabacitas medianas y firmes, preferiblemente con tallo, que se conservan mejor.
- No las pongas en el congelador crudas sin blanquear, ya que se volverán aguadas.
- Revisa regularmente y descarta las que presenten manchas, zonas blandas o moho.
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Recetas de calabacitas