Esta es la deliciosa y poderosa fruta que te ayudará a fortalecer los huesos

Las frutas tienen múltiples beneficios para la salud , sin embargo, algunas son más poderosas que otras, tal es el caso de este alimento que es ideal para ayudar a fortalecer los huesos; además, su sabor dulce es perfecto como parte de un postre o para comerlo a mordidas.

Se trata del higo, una nutritiva fruta que la gente ha disfrutado durante siglos. Este fruto se caracteriza por su piel delgada y suave. Su color puede ir desde el verde claro hasta púrpura oscuro o negro, dependiendo de la variedad y el grado de madurez.

La razón por la que los higos son buenos para los huesos

Consumir higos como parte de una dieta equilibrada puede proporcionar nutrientes clave que contribuyen a la salud ósea, como el calcio, magnesio, potasio y vitamina K.

Incorporar una variedad de alimentos ricos en estos nutrientes puede ayudar a mantener la densidad ósea y prevenir enfermedades en los huesos. Entre los nutrientes más destacados de los higos están:

1. Calcio: esta fruta tiene un gran aporte de calcio, un mineral crucial para la salud ósea. El calcio es el principal componente mineral del tejido óseo, y consumir suficiente calcio es importante para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis y otras enfermedades óseas.
2. Magnesio: los higos también son una muy buena fuente de magnesio, otro mineral importante para la salud de los huesos. El magnesio ayuda a regular la absorción de calcio en el cuerpo y juega un papel clave en la formación y fortaleza de los huesos.
3. Potasio: el potasio es otro mineral presente en los higos que puede contribuir a la salud ósea. El potasio ayuda a contrarrestar los efectos del sodio en la pérdida de calcio a través de la orina, lo que puede ayudar a mantener un equilibrio adecuado de minerales en los huesos.
4. Vitamina K: los higos contienen vitamina K, que desempeña un papel importante en la formación de proteínas necesarias para la mineralización ósea. La vitamina K ayuda a activar proteínas que se unen al calcio, lo que facilita su incorporación en el tejido óseo.