Los amantes de la lectura saben muy bien que coleccionar libros es una enorme pasión. Pero también implica cuidados esenciales para que estos objetos de culto se mantengan en perfecto estado. Uno de los peligros a los que los libros se ven expuestos en el hogar es la humedad y el moho. Por ello te decimos cómo quitar el moho de los libros de manera efectiva y rápida usando bicarbonato de sodio y otros remedios caseros.
El moho es un tipo de hongo que crece sobre cualquier superficie, especialmente cuando hay humedad y carencia de luz, pues son elementos que favorecen su desarrollo. Superficies naturales y porosas, como el algodón, lino, seda, lana, cuero y papel son propensas a este elemento. El moho se reproduce por nubes de esporas, por ello van saltando de libro en libro, contaminando a los demás.
En el caso de que notes manchas oscuras en los bordes o en las páginas de tus libros, es decir, moho, el bicarbonato de sodio te puede ayudar a eliminarlo. Lo único que tienes que hacer es espolvorear un poco de este producto en las páginas de tu libro.
Después de ello deja el libro bajo el sol durante una hora. Esto ayudará a que el bicarbonato se asiente en las hojas y comience su labor de absorción del moho. Por último, sacude las páginas del libro y quita los residuos de bicarbonato de sodio con un trapo. Repite el proceso hasta que el olor del moho y las manchas desaparezcan.
Wade Reynolds, autor del libro Magia con bicarbonato de sodio (que puedes encontrar en este enlace de Scribd), nos da otro remedio para eliminar el moho de los libros con el uso de este producto: debes espolvorearlo entre las páginas enmohecidas y dejar reposar de 3 a 4 días. Pasado este tiempo sacude o sopla los restos.
Foto: Pexels
Otra forma extraña, pero efectiva, para quitar el moho de los libros es la siguiente:
Aplica un poco de alcohol en las zonas afectadas del libro. Lo puedes hacer con un algodón o un hisopo. Introduce el libro en una bolsa hermética de plástico y mételo en el congelador.
Una vez que el libro esté muy frío (casi congelado), sácalo y comienza a secar con una pistola de aire. Al cabo de un rato, observaremos que se empezará a descongelar volveremos a introducir el libro dentro del congelador.
Cuando ya haya transcurrido un tiempo, lo volveremos a retirar y realizaremos el mismo proceso pero secando las páginas del interior.
Existen señales inequívocas de que nuestros libros tienen moho:
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