¿Cuántos secretos se esconden en tu cocina? Además de su tesoro gastronómico, guarda una gran cantidad de secretos naturales de belleza. Éste es sólo uno de ellos.
Una flor, muchos usos
La linaza es la semilla del lino, una planta que además de bella ha sido muy útil a lo largo de la historia. Sus rastros más antiguos se encuentran en Mesopotamia, y datan de hace 8,000 años. Entonces se usaba el tallo del lino para confeccionar textiles y la semilla de linaza para producir aceite y harina.
Gracias a su alta concentración de vitaminas, fibra y omega-3, la linaza es reconocida como uno de los productos naturales más nutritivos. Seguramente, desde tiempos remotos se conocía su alto valor alimenticio, así como sus muchos beneficios para el arte y la belleza. En la pintura, por ejemplo, el aceite de linaza es ideal para preparar pigmentos al óleo.
Efectos de la linaza en el pelo
Un cuero cabelludo bien nutrido es sinónimo de cabello abundante, fuerte, suave y brillante. Es precisamente al cuero cabelludo al que la presencia del omega-3 beneficia más, propiciando el sano crecimiento del pelo. Sus cualidades hidratantes también previenen la resequedad y la caspa y ayudan a que tu cabello tenga un volumen adecuado.
Además, la linaza es un gran acondicionador. Con la preparación adecuada, actúa como el perfecto antifrizz natural.
¿Cómo usar la linaza para tu cabello?
Existen distintos productos para el cabello que contienen linaza, desde shampoos hasta tratamientos especiales. También puedes aplicar el aceite de linaza directamente sobre tu cabello, frotando suavemente.
Si lo que buscas es un remedio con linaza hecho en casa, te recomendamos prepararla en gel. Para el gel de linaza perfecto, pon a hervir cuatro cucharadas de linaza en dos tazas de agua. Luego del primer hervor, apaga el fuego y deja enfriar para que adquiera una consistencia gelatinosa. Para terminar, cuela el gel para separarlo de la linaza. Este gel se puede aplicar en seco directamente sobre el pelo.