Tacos de chapulines

tacos de chapulines

Ingredientes

  • 250 gram de chapulines
  • 1 cebolla picada
  • 1 tomate en cuadritos
  • Cilantro fresco picado
  • 1 chile de árbol fresco
  • 1 kg de tortillas de maíz

Preparación

  1. Dora la cebolla en una sartén. Añade el tomate y el cilantro.
  2. Incorpora el chile picado y los chapulines. Saltea.
  3. Sirve con la tortilla de maíz.

Nuestra cultura gastronómica es rica tanto en ingredientes y recetas únicas. Prueba de ello son estos tacos de chapulines, típicos y originarios del Estado de Oaxaca. Aprende a preparar este manjar prehispánico que vive hasta nuestros días. Te interesa: Tlayuda con chapulines

5 RAZONES PARA COMER CHAPULINES

  • Aportan una gran cantidad de proteína.
  • Mejoran la salud del sistema digestivo y nervioso.
  • Tienen una gran cantidad de fibra, ideal para mejorar la digestión.
  • Brindan energía.
  • Sus minerales ayudan a regular la presión arterial.
  • No tienen colesterol.

¡Que viva México y sus tacos de chapulines también! Conoce más recetas de este delicioso y tradicional platillo en Cocina Fácil

Editora Digital Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM.
Te puede interesar

Sigue leyendo más contenido destacado y relacionado a esta receta. Podrás encontrar guarniciones, postres o variantes de esta receta que seguramente te gustarán.

Corre al súper más cercano y aprovecha que los martes y miércoles están las mejores ofertas en frutas y verduras, checa aquí los precios.
Crujientes, coloridas y llenas de sabor, estas botanas son fáciles de preparar y se conservan muy bien para llevar en la lonchera este regreso a clases.
Ese mito de que comer pesado en la noche te traerá pesadillas no está muy alejado de la realidad.
Ser zero waste podría parecer una moda pasajera, pero su impacto podría ayudar al planeta.
No, no toda la proteína tiene que venir de fuentes animales, así es como puedes incluirla en tu dieta basada en plantas.
¿Quieres ser mamá o papá pronto? La fertilidad no depende solo de la genética o de tomar ácido fólico: tu alimentación juega un papel clave