Si alguna vez has visitado Mérida, Yucatán, seguramente te has topado con las famosas marquesitas, un delicioso postre callejero que ha conquistado paladares en todo México. Uno de sus ingredientes más característicos —y curiosamente contrastante— es el queso de bola, también conocido como queso Edam. Pero, ¿qué es exactamente este queso y cómo llegó a formar parte de este antojito yucateco?
¿Qué es el queso de bola?
El queso de bola es un queso semiduro de origen holandés, conocido internacionalmente como Edam cheese. Se elabora a base de leche de vaca y se caracteriza por su sabor suave, ligeramente salado y su textura firme pero cremosa. Tradicionalmente viene recubierto en una capa de cera roja, lo que le da su apariencia distintiva de “bola”.
Este queso tiene una buena capacidad de conservación, lo que permitió su exportación a muchas partes del mundo durante la época colonial, incluido el Caribe y América Latina.
¿Cómo llegó el queso de bola a Yucatán?
La historia del queso de bola en Yucatán está ligada al comercio marítimo. Durante los siglos XIX y XX, el puerto de Progreso se convirtió en una importante vía de entrada de productos europeos. El queso Edam era importado desde los Países Bajos y, con el tiempo, se volvió popular en la región, especialmente entre las familias acomodadas yucatecas, que lo integraron a su cocina tradicional.
¿Por qué se usa en las marquesitas?
Las marquesitas son una creación yucateca que data de los años 40, cuando un heladero local decidió innovar durante la temporada baja del calor. En vez de vender helado, creó una especie de crepa crujiente enrollada, a la que podía añadirse relleno dulce o salado. El queso de bola rallado se convirtió en el acompañamiento ideal para ingredientes como la nutella, la cajeta, el dulce de leche, el plátano o la mora azul, ya que su sabor salado contrasta deliciosamente con lo dulce.
Este contraste de sabores —dulce y salado— ha sido clave en el éxito de las marquesitas, y el queso de bola es, sin duda, uno de sus ingredientes más icónicos.
El queso de bola no solo es un producto de gran tradición europea, sino también un ejemplo de cómo la cocina yucateca ha sabido adaptarlo y convertirlo en parte esencial de su identidad gastronómica. La próxima vez que pruebes una marquesita en Mérida, recuerda que estás saboreando una fusión cultural con historia, sabor y mucha tradición.
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