Cómo hacer pan molido
Junta los sobrantes de pan tostado, de caja y los bolillos duros y, sobre una charola, pulverízalos con el rallador de queso; pasa el polvo por un colador para quitar los grumos y vacíalo a un frasco con tapa de rosca; añade un diente de ajo y un clavo de olor y úsalo después de dos días.
Pon en práctica esta técnica y usa tu propio pan molido en estas recetas:
Queso con cubierta de ajonjolí
Espinacas con nuggets de salmón