La ofrenda de Día de Muertos no solo es un instante simbólico, también es una exposición de alimentos bautizada con la tradición. Pero cuando esos alimentos permanecen días sobre el altar, se enfrentan a polvo, calor, humedad y microorganismos. Si quieres que luzcan impecables y sean seguros para compartir después, estos consejos te van a servir para conservar y presentar alimentos en la ofrenda de Día de Muertos para que duren más.
Desafíos al conservar la comida en un altar
Colocar alimentos frescos en la ofrenda implica riesgos: insectos, polvo, hongos y deterioro por temperatura. Por eso muchos medios advierten que platillos expuestos durante mucho tiempo pueden desarrollar bacterias y deben desecharse si muestran signos de descomposición.
Aunque algunos elementos como calaveritas de azúcar o dulces empacados tienen mayor duración y pueden conservarse bien si se cuidan correctamente.
Estrategias para conservar los alimentos del altar por más tiempo
1. Evita humedad y calor directo
Coloca la ofrenda en un sitio fresco, con buena ventilación y evita el sol directo. Usa bases elevadas que no estén en contacto con superficies calientes.
2. Cubrir sin ocultar
Usa mica, vidrio o acetato transparente para cubrir los alimentos sin ocultarlos del público ni del espíritu. Esto ayuda a evitar polvo, insectos y contaminación aérea.
3. Uso de recipientes adecuados
- Frutas enteras o peludas (manzanas, guayabas) resisten más que frutas ya peladas o cortadas.
- En dulces como calaveritas de azúcar, usa bolsas selladas o envuélvelas con celofán para evitar que absorban humedad.
- En bebidas (café, atole, chocolate) mantenlas en recipientes cerrados para que no se evaporen ni se contaminen con polvo o ceniza.
4. Métodos de conservación: azúcar, frío o congelado
- Recubre frutas o trozos de calabaza o camote con jarabe de azúcar (como en conserva) para reducir la oxidación.
- Si tu altar está en una zona donde puedas tener acceso a frigorífico, guarda los guisos o platillos elaborados al interior hasta el momento de colocarlos.
- Algunos platillos pueden congelarse previamente para luego descongelarse justo antes de colocarlos, prolongando su vida útil.
5. Rota o reemplaza los elementos según su duración
- Dulces empacados, calaveritas y bebidas selladas pueden quedarse más.
- Guisos, frutas cortadas o platillos con carnes suelen degradarse rápido y deben integrarse recién hechos o dentro de pocas horas.
- Si notas moho, mal olor o textura viscosa, descártalos inmediatamente para evitar riesgos.
Presentación que ayuda a conservar y lucir mejor
- Usa bandejas con pequeños surcos para que líquidos no se estanquen.
- Eleva los alimentos con platillos o compresas con filtros para separar la base húmeda del alimento.
- Etiqueta los alimentos con nombres o dedicatorias, pero en papeles resistentes que no se humedezcan.
- Alterna los colores, texturas y alturas para que la ofrenda se vea abundante sin saturarse.
¿Qué hacer con lo que sobra después de la ofrenda?
- Muchos medios recomiendan desechar los platillos expuestos que muestren signos de deterioro o que llevan días sin protección.
- Algunos alimentos empacados (dulces sellados, calaveritas de azúcar) se pueden conservar o regalar si no han sido manipulados.
- La fruta entera, si no se ha deteriorado, puede lavarse bien y consumirse.
- En caso de duda, mejor no arriesgar. Los riesgos alimentarios pueden ser altos si consumes algo ya expuesto mucho tiempo.