Hay muchos mitos alrededor de meter comida caliente al refrigerador pero ¿de verdad es tan malo como dicen? En teoría, refrigerar comida caliente no arruina todo lo que ya está dentro del refrigador; al contrario, esperar demasiado puede ser más peligroso. La clave está en evitar que los alimentos permanezcan en la “zona de peligro”, que según expertos, abarca entre 4 °C y 60 °C, donde crecen bacterias como Salmonella o E. coli .
Entonces, ¿cuándo es un problema?
Cuando ponemos una olla caliente en el refri, especialmente si es una gran cantidad, la temperatura interna del refrigerador puede subir y poner en riesgo otros alimentos. Eso prolonga el tiempo en la zona de peligro, y ahí las bacterias pueden duplicarse cada 20 minutos.
Pero tampoco hay que esperar horas para refrigerar; la recomendación general es que los alimentos perecederos se enfríen y se refrigeren en no más de dos horas, o incluso en 1 hora si el ambiente supera los 32 °C.
¿Cuál es la mejor forma de guardar comida caliente?
La forma correcta es dividir la comida caliente en recipientes pequeños y poco profundos. Así se enfría más rápido y puedes meterla al refri sin problema. También puedes dejar los contenedores ligeramente destapados, lo que permite que el calor se disipe más rápido.
En cocinas profesionales se usa incluso baño de hielo o cucharas especiales para enfriar. En casa, suele bastar con separar la comida y moverla a recipiente más pequeño o meterla en agua fría por fuera del envase mientras enfría un poco.
Recuerda:
- No está mal meter comida caliente al refrigerador, siempre que sean porciones pequeñas.
- No dejes comida a temperatura ambiente más de 1–2 horas.
- Reparte en recipientes bajos y deja respirar un poco antes de tapar.
- Mantén tu refri a menos de 4 °C para proteger todo lo demás.