La niacinamida, también conocida como vitamina B3, ha ganado popularidad en el mundo del skincare por sus beneficios en la piel, pues ayuda a mejorar la textura, reducir manchas y fortalecer la barrera cutánea. Sin embargo, su poder no solo está en los sueros o cremas, también cumple una función esencial cuando la consumes a través de los alimentos.
¿Por qué es importante comer niacinamida?
La niacinamida participa en procesos clave del cuerpo: convierte los alimentos en energía, favorece la función del sistema nervioso, apoya la digestión y contribuye a mantener una piel saludable desde adentro.
Incluirla en la dieta ayuda a potenciar los resultados de una rutina de cuidado externo, ya que el cuerpo aprovecha sus propiedades de manera integral.
Alimentos ricos en niacinamida
Si quieres integrarla fácilmente a tu dieta, incluye más de estos ingredientes en tus comidas diarias:
- Hongos
- Aguacate
- Arroz integral
- Chícharos
- Semillas de girasol
Combinaciones inteligentes para aprovechar sus beneficios
La niacinamida actúa mejor cuando se combina con otros nutrientes como el colágeno o la vitamina C, ya que juntos apoyan la regeneración celular y la producción natural de colágeno, además de brindar antioxidantes y energía.
Colágeno + Niacinamida
Aguacate + semillas de girasol: una mezcla cremosa y crujiente rica en grasas buenas, proteínas vegetales y vitamina B3.
Brócoli + lentejas: llenos de fibra, hierro y niacinamida; perfectos para un bowl nutritivo.
Camote + avena: una combinación reconfortante que aporta energía de liberación lenta y vitaminas del grupo B.
Aquí puedes ver cómo hacer un puré de camote para mezclarlo con tu avena cocida.
Niacinamida + Vitamina C
La vitamina C potencia la absorción y los efectos antioxidantes de la niacinamida, creando un dúo ideal para proteger las células del daño oxidativo:
Hongos y kiwi: frescos, ligeros y con un perfil de sabor inusual pero equilibrado.
Papas y fresas: vitamina C, potasio y niacinamida.
Cacahuate y naranjas: una combinación energética con grasas saludables y antioxidantes naturales.
Consumir niacinamida a través de los alimentos es una forma deliciosa y natural de cuidar tu piel, tu energía y tu bienestar. Combinada con otros nutrientes clave como el colágeno o la vitamina C, su efecto se multiplica.
Empieza por un smoothie con kiwi y naranja o una ensalada con lentejas, brócoli y aguacate: tu piel y tu cuerpo te lo van a agradecer.