La proteína no solo es un nutriente más en tu plato: es el material con el que tu cuerpo construye y repara prácticamente todo. Desde tus músculos y huesos, hasta tu piel, cabello, uñas, hormonas y enzimas, la proteína es esencial para mantener tu salud y energía diaria.
La podemos encontrar en carnes animales, pero también en vegetales como la espinaca, legumbres como los frijoles y semillas, como las de girasol, así que integrarla a las comidas no es complicado.
Cada persona necesita una cantidad diferente de proteína según su edad, nivel de actividad física y masa muscular. Sin embargo, en promedio, se recomienda consumir entre 0.8 y 1.2 gramos de proteína por cada kilo de peso corporal al día. Por ejemplo, una persona de 60 kg debería ingerir entre 48 y 72 gramos diarios.
Lo ideal es repartir esta cantidad en todas las comidas, no concentrarla solo en la cena, para mantener un flujo constante de aminoácidos que ayude a tus tejidos a repararse y fortalecerse durante el día.
Si últimamente sientes que tu cuerpo “no está al 100”, podrías estar comiendo menos proteína de la que necesitas. Aquí te contamos las señales más comunes que lo indican.
1. Tienes hambre todo el tiempo
La proteína ayuda a mantenerte saciado por más tiempo porque regula tus niveles de azúcar en la sangre y retrasa la digestión. Si tus comidas son principalmente de carbohidratos o grasas, es normal que sientas hambre poco después de comer.
2. Tus heridas tardan más en sanar
Los aminoácidos de la proteína son fundamentales para reparar tejidos. Si tu ingesta es baja, el proceso de regeneración celular se ralentiza, lo que puede hacer que cortes, raspaduras o moretones tarden más en desaparecer.
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3. No logras ganar músculo (aunque hagas ejercicio)
Sin suficiente proteína, tu cuerpo no puede construir ni mantener masa muscular. Incluso podrías perder músculo si tu consumo es muy bajo, ya que el organismo empezará a usar las reservas de tejido muscular como fuente de energía.
4. Se te cae el cabello más de lo normal
El cabello está formado principalmente por queratina, una proteína. Cuando tu cuerpo no obtiene lo suficiente, deja de priorizar el crecimiento del cabello, y puede volverse más débil, quebradizo o caerse con facilidad.
5. Tus uñas están débiles o se rompen fácilmente
Las uñas son otro tejido rico en proteínas. Su fragilidad o crecimiento lento puede ser una señal de que tu cuerpo no está recibiendo los nutrientes necesarios para producir queratina de forma adecuada.
Comer suficiente proteína no solo se trata de “hacer músculo”, sino de darle a tu cuerpo los elementos que necesita para funcionar bien, regenerarse y verse saludable. Incluye fuentes como huevo, pollo, pescado, legumbres, tofu, yogurt griego o frutos secos en cada comida, y notarás la diferencia en tu energía, fuerza y apariencia.
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