La carne molida es una de las proteínas más versátiles en la cocina. Se cocina rápido, combina con casi cualquier ingrediente y suele sacarnos de apuros cuando falta inspiración. Pero si sientes que no logras salir de las albóndigas o el típico picadillo, estas ideas sencillas y hechas con cosas que probablemente ya tienes en casa pueden ayudarte a variar tus comidas sin complicarte.
Tostadas crujientes con carne sazonada
Para preparar unas tostadas rápidas, puedes saltear 300 g de carne molida con media cebolla picada, un diente de ajo y medio chile cuaresmeño. Cuando tome color, añade media taza de frijoles refritos y un cuarto de taza de agua para integrar todo.
Solo necesitas dejar que espese un poco, sazonar con sal y servir la mezcla sobre 6 tostadas. Puedes terminar con un poco de lechuga, crema y salsa, según lo que tengas a la mano.
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Pasta cremosa con carne molida
Si buscas algo más reconfortante, cocina 200 g de pasta (cualquiera que tengas) y mientras se cuece, dora 250 g de carne molida con un diente de ajo y un jitomate picado.
Cuando esté cocida, añade media taza de crema o leche evaporada y un cuarto de taza de queso rallado. Integra la pasta bien escurrida y deja que todo hierva un par de minutos para que tome consistencia cremosa y sabor.
Tortitas de carne con avena
Para hacer tortitas que rinden mucho, mezcla 300 g de carne molida con un huevo, un cuarto de taza de avena cruda, dos cucharadas de cebolla picada y una cucharadita de salsa inglesa.
Con esa mezcla puedes formar entre 6 y 8 tortitas pequeñas y dorarlas en una sartén con muy poco aceite. Quedan jugosas y combinan bien con arroz, ensalada o unas verduras al vapor.
Papas rellenas de carne
Si tienes papas, puedes preparar una comida completa. Solo cocina dos papas grandes hasta que estén suaves. Aparte, saltea 200 g de carne molida con una cucharada de mantequilla, un cuarto de cebolla picada y medio pimiento en cubos.
Cuando las papas estén listas, ábrelas, saca un poco del interior y mézclalo con la carne. Rellena de nuevo y, si tienes, agrega un poco de queso por encima antes de gratinar.
Quesadillas de carne con vegetales
Para unas quesadillas más completas, saltea 200 g de carne molida con media zanahoria rallada y una calabaza picada finamente. Basta con cocinarlos con un poco de sal hasta que las verduras se suavicen. Con esa mezcla puedes rellenar entre 4 y 6 tortillas de maíz o harina y dorarlas en un comal hasta que queden bien selladas.
Sopa sustanciosa con carne molida
Si quieres algo caliente y reconfortante, dora 200 g de carne con un diente de ajo y un cuarto de cebolla. Agrega 1 litro de caldo o agua con una cucharadita de consomé en polvo, así como un jitomate picado, una zanahoria en cubos, una papa pequeña y un tercio de taza de granos de elote. Deja que hierva unos 15 minutos, hasta que las verduras estén suaves y la sopa ligeramente espesa.
Arroz con carne molida estilo “one pot”
Un plato muy práctico se logra salteando 250 g de carne molida con un cuarto de cebolla picada y un jitomate pequeño. Cuando esté bien cocida, agrega una taza de arroz crudo y mezcla para que se sofría ligeramente.
Incorpora dos tazas de agua, una pizca de sal y, si tienes, un puñado de chícharos. Cocina a fuego bajo, tapado, hasta que el arroz esté esponjoso y el líquido se haya absorbido.
Con estas recetas, la carne molida vuelve a ser un ingrediente útil y versátil que te resuelve la comida sin repetir lo mismo de siempre.
Consomés, enchiladas, albóndigas, emapandas y todo lo que se te pueda ocurrir. Cada una de ellas son tan fáciles como deliciosas.