Dicen que toda comida ideal viene acompañada de una deliciosa pasta. Ya sea como guarnición o como plato fuerte, siempre es un placer comerlas. Por eso compartimos contigo estas 10 recetas de pastas frías, muy fáciles y exquisitas.
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Obtén la pasta perfecta
Cuatro pasos te separan del término “al dente”. Ponlos en práctica, ¡ya!
La cantidad exacta es primordial: un litro de agua por cada 100 g. Si tu olla no es tan grande, un chorrito de aceite ayudará a quitarle el exceso de almidón.
Agrega la sal al hervir el agua, no antes: 10 g por cada 100 de pasta. Prefiere la de grano y, si quieres, cebolla y especias, como orégano, tomillo o albahaca.
Añade la pasta y mantén la temperatura todo el tiempo. Remueve una sola vez, el borboteo del agua hirviendo mantiene el movimiento sin batirse.
Estará lista al pasar el tiempo de cocción y al sacarla notes la parte inferior de un tono distinto (si la horneas, reduce en 5 minutos el proceso). Escúrrela y prepárala como indique tu receta.
¿CUÁNTOS CARBOHIDRATOS CONTIENE LA PASTA?
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100 g de pasta contiene, como máximo, 75 g de hidratos de carbono, estos proporcionan aproximadamente 300 calorías, lo que se traduce como el 15% de la cantidad que el cuerpo de una persona que desarrolle actividad normal y practica algo de ejercicio necesita.
Una persona puede comer hasta 100 g de pasta diarios sin temor a engordar, pero este resultado sólo es posible cuando la pasta se come sola, natural, es decir, sin ningún condimento o salsa que contenga grasas en exceso, ya que su valor calórico es muy superior y entonces sí, olvídate de no tener un aumento de peso.
