La constipación es un problema más común de lo que parece, y puede tener muchas causas. Desde una alimentación baja en líquidos y movimiento físico, hasta el estrés, los cambios hormonales o el consumo de ciertos medicamentos. Aunque suele recomendarse aumentar la fibra para mejorar el tránsito intestinal, un nuevo análisis científico sugiere que no siempre es la única —ni la mejor— respuesta.
La fibra, sin duda, es importante para mantener una digestión saludable, pero el cuerpo también necesita otros elementos clave: hidratación y movimiento. Sin suficiente agua ni actividad física, la fibra puede volverse ineficaz o incluso contraproducente. Por eso, los investigadores quisieron mirar más allá de las recomendaciones genéricas.
Un análisis publicado en el Journal of Human Nutrition and Dietetics revisó 75 estudios clínicos aleatorizados y 59 declaraciones oficiales sobre la constipación. Los resultados fueron reveladores: no hay tanta evidencia que respalde la recomendación general de seguir una dieta alta en fibra, pero sí se identificaron dos alimentos y una bebida que parecen marcar la diferencia cuando no puedes hacer del 2: el kiwi, el pan de centeno y el agua mineral rica en magnesio y sulfatos.
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Kiwi: una ayuda natural para tu digestión
El kiwi contiene una enzima llamada actinidina, que favorece la digestión de las proteínas y promueve un tránsito intestinal más regular. Además, aporta agua y una fibra suave, fácil de tolerar incluso para quienes suelen tener problemas digestivos. Comer uno o dos kiwis al día, especialmente por la mañana, puede ser una forma deliciosa y natural de apoyar tu sistema digestivo.
Pan de centeno: más que fibra
El pan 100% de centeno integral tiene un poco más de fibra que el pan de trigo integral, pero su verdadero valor está en sus fibras prebióticas, que nutren las bacterias beneficiosas del intestino. Estas bacterias ayudan a mantener un equilibrio digestivo saludable y facilitan el tránsito intestinal. Incluir pan de centeno en el desayuno o en una tostada con aguacate, por ejemplo, puede ser un hábito sencillo para cuidar tu digestión. Solo considera que este pan contiene gluten, en caso de que seas sensible a él.
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Agua mineral con magnesio y sulfatos: hidratación inteligente
No todas las aguas minerales son iguales. Las que contienen magnesio y sulfatos pueden favorecer una digestión más fluida, ya que estos minerales ayudan a atraer agua hacia los intestinos y promueven movimientos intestinales más suaves. Además, la hidratación es esencial para que la fibra haga su trabajo correctamente. Tomar agua mineral a lo largo del día puede ser una forma simple y efectiva de apoyar la salud digestiva.
En conclusión, cuando se trata de combatir la constipación, no se trata solo de comer más fibra, sino de cuidar el equilibrio entre alimentación, hidratación y movimiento. Incorporar alimentos como el kiwi y el pan de centeno, y optar por agua mineral rica en magnesio, puede ser una manera deliciosa y natural de mantener tu digestión en armonía.