Cuando vamos a Coyoacán, el estómago funciona como nuestra brújula: nos guía directo a los sabores más clásicos de la Ciudad de México. Es un barrio lleno de arte, cultura y joyas culinarias en mercados y callejones repletos de historias fascinantes. Aquí compartimos nuestras cinco delicias favoritas que nunca fallan.
1. Quesadillas al carbón
Las quesadillas de Coyoacán son famosas por su tortilla gruesa, hecha al momento sobre comal y, sujeto al debate eterno, pueden o no llevar queso. Rellenas de huitlacoche, flor de calabaza o tinga, siempre vienen con salsa casera molida a mano en molcajete, y un sabor que es inolvidable.
2. Churros recién fritos con chocolate
Un clásico de paseo y cita obligada: los churros de Coyoacán, hechos frente a ti, son crujientes y espolvoreados con azúcar y canela. Además, si sientes que con eso no basta, puedes buscar los diferentes spots de churros rellenos de sabores deliciosos. Son ideales para compartir mientras caminamos por la plaza o después de una visita a la Casa Azul.
3. Sopes y huaraches en el mercado
Estas delicias de masa gruesa —los sopes redondos y los huaraches alargados— vienen con frijoles, carne, queso fresco, crema y salsa al gusto. Una de las mejores partes de ir a comer a Coyoacán es visitar los puestos del mercado donde los preparan al instante, con guisados caseros y cebolla encurtida.
4. Esquites callejeros con epazote y limón
Mientras exploramos Coyoacán, hay siempre un puesto de esquites en alguna esquina esperando que probemos sus delicias: maíz tierno cocido en caldo, sazonado, luego añadido con mayonesa, queso y chile. Ese toque de epazote y limón los hace irresistibles. Ideal si queremos algo sabroso, rápido y callejero. Y, si sientes que tu chilango interno emerge a la superficie, puedes atreverte a probar unos doriesquites, que incluyen (además de lo mencionado antes) una bolsa de papas, cueritos, gomitas y lo que se te ocurra añadirles.
5. Tacos de carnitas nocturnos
Por la noche, los puestos de tacos nocturnos cobran vida. Las carnitas se sirven suaves, jugosas y en tortillitas recién hechas. Esos tacos son el broche final perfecto con cebolla, cilantro y salsa (que sí pique).