Comer en un buffet siempre es difícil, elegir la cantidad necesaria, el platillo correcto pero cuando tenemos una enfermedad crónica, esta dificultad se eleva considerablemente. En ese caso, las decisiones no sólo tienen que tomar en cuenta tu paladar sino tu salud. Por eso, aquí te dejamos una pequeña guía de cómo comer en un buffet si tienes diabetes.
- Evalúa tus opciones: Tener tantas posibilidades de comida frente a ti puede resultar abrumador, por eso dar un recorrido sin el plato en la mano puede ayudarte a pensar cuáles son tus mejores opciones.
- Inicia con lo más ligero: Cuando estamos hambrientos, queremos la salida fácil: grasas y carbohidratos, sin embargo esto es perjudicial para nuestra salud. Opta por iniciar tu comida con opciones saludables que contengan verduras y proteínas.
- ¡Usa fracciones!: Esa parte de las matemáticas por fin encuentran su uso y pueden ayudarte a mantener una dieta equilibrada y saludable. Lo ideal es 1/2 plato de verduras, 1/4 de plato de proteínas y 1/4 de plato de carbohidratos.
- Elige platos pequeños: En lugar de tomar todo lo que puedas comer, llena un plato pequeño para no caer en excesos y si te quedas con hambre, ¡repite! Recuerda que estás en un buffet.
- Elige inteligentemente tus bebidas: Todos amamos una bebida dulce y refrescante para acompañar una buena comida pero no todas las opciones son las mejores. En lugar de tomar refresco procura tomar tés sin azúcar o agua mineral para evitar picos de glucosa.
- Si vas a tomar alcohol, con moderación: En muchos casos, no es necesario evitar por completo el alcohol si tienes diabetes pero sí hay ciertos tipos que pueden ser menos perjudiciales que otros. Si vas a beber, procura elegir destilados sobre fermentados.
- Escucha a tu cuerpo: Claro que cuando vamos a un buffet se nos antoja (casi) todo lo que hay, lo importante es escuchar a tu cuerpo una vez que esté satisfecho y no forzarlo a comer cosas sólo por el antojo.
- Si quieres postre, elige sabiamente: Cuidarse no es necesariamente limitarse, cuando se trata de los postres no hay mejor manera de disfrutarlos que compartiéndolos con las personas que te rodean. Para aligerar el impacto del azúcar puedes proponer compartir tu postre con otra persona.
- Haz pausas entre platillos: A veces la inercia de estar sentados frente a la mesa nos provoca seguir comiendo aunque ya no tengamos hambre. Siempre que comas algo, procura hacerlo con calma y cuando acabes escucha a tu cuerpo y decide si quieres seguir comiendo.
- ¡No te quedes sentado!: El movimiento es esencial para una digestión saludable. Si ya acabaste con la comida, procura dar un pequeño paseo o sólo levantarte de la mesa y mantenerte activo.
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