Un truco, en apariencia extraño, ha ganado popularidad durante los últimos días en redes sociales, sí hablamos de colocar cáscaras de mandarina cerca de puertas y ventanas. Aunque suene curioso, este método tradicional está ganando popularidad porque combina practicidad, beneficios para el ambiente de tu casa y una solución natural contra las plagas.
Dos en uno
En pleno verano, una de las principales preocupaciones de cualquier hogar son las plagas que no dejan de llegar debido al calor y las lluvias, sin embargo los cítiricos (sobre todo la mandarina) son la solución natural perfecta. El secreto está en los aceites esenciales presentes en sus cáscaras de la mandarina. Los pequeños bichitos que visitan tu casa tienen un enemigo natural llamado limoneno, presente en los cítricos. El olor de estas frutas que para nosotros es fresco y agradable, para mosquitos, hormigas y otros bichos resulta incómodo. Por eso, al colocar cáscaras frescas en marcos de ventanas o cerca de las puertas, creamos una especie de “barrera natural” que ayuda a mantener alejadas a estas pequeñas plagas, sin necesidad de usar químicos o aerosoles agresivos. Esta técnica se ha convertido en una opción accesible y amigable con el medio ambiente. Se a popularizado en redes sociales ya que es una alternativa muy efectiva frente soluciones más costosas, invasivas e incluso tóxicas.
Más que un truco: un ambiente con aroma natural
Otro motivo por el que este tip está conquistando a tantas personas es que las cáscaras de mandarina funcionan como un ambientador natural. A diferencia de los productos industriales que suelen tener fragancias artificiales, el aroma de las mandarinas es fresco, suave y no es demasiado intenso para nuestras narices. Basta con poner algunas cáscaras en pequeños recipientes cerca de las corrientes de aire para notar cómo el olor cítrico se extiende por la casa, creando una sensación de limpieza y frescura.
Además, usar estas cáscaras es una manera sencilla de dar una segunda vida a un desecho orgánico. En vez de tirarlas al bote de basura, puedes aprovecharlas de una forma práctica y ecológica, ayudando a reducir residuos y dándole un valor extra a algo que normalmente pasaría desapercibido.
¿Funciona realmente?
Quienes ya lo han probado aseguran que no solo se percibe un ambiente más fresco, sino que también disminuye la presencia de mosquitos y hormigas en temporada de calor. Aunado a esto, hay estudios que demuestran que algunos insectos son intolerantes a las sustancias de ciertos cítricos. Eso sí, las cáscaras se deben reemplazar cada dos o tres días para mantener su efectividad, conservar el aroma y evitar que el proceso de descomposición tenga un efecto contrario en tu hogar.
Nos sólo beneficia tu hogar
Más allá de este uso sorprendente, las mandarinas son un fruto que ya forma parte de la vida cotidiana en México. Su sabor dulce y su aporte de vitamina C, antioxidantes y fibra las convierten en una opción ideal para cuidar la salud, reforzar el sistema inmunológico y mantener una piel más luminosa. Es decir, no solo disfrutas su pulpa, también puedes aprovechar su cáscara para mejorar tu hogar.
Tú ¿para qué vas a usar esta increíble fruta? Te leemos en nuestras redes sociales.