Ingredientes
- 50 g de harina
- 1 cdita de sal
- 60 g de azúcar
- 10 g de levadura fresca
- 1/3 tz de agua
- 7 huevos
- 275 g de mantequilla
- 200 g de azúcar
- 50 g de canela en polvo
- Aceite suficiente para freír
Preparación
- Combina la harina, los 60 gramos de azúcar, la sal y la levadura. Agrega los huevos, el agua y trabaja hasta obtener una masa lisa y tersa.
- Añade la mantequilla a temperatura ambiente y sigue amasando hasta integrar por completo. Permite que fermente hasta duplicar su volumen.
- Forma bolitas con un cortador y déjalas crecer al doble de su tamaño.
- Fríelas con cuidado y escúrrelas sobre papel absorbente.
- Revuelve los 200 gramos de azúcar junto con la canela en un tazón. Revuelca las bolitas fritas en esta mezcla y lleva a la mesa.
Bolitas de azúcar: un postre simple con un origen encantador
Las bolitas de azúcar son uno de esos postres que nos transportan a la infancia con solo verlas. Pequeñas, dulces, suaves y cubiertas con una capa crujiente de azúcar, estas delicias han encontrado su lugar en muchas cocinas del mundo gracias a su sencillez y sabor reconfortante.
¿De dónde vienen realmente?
Aunque su receta puede variar ligeramente según el país, las bolitas de azúcar tienen un origen humilde que se remonta a las cocinas caseras de Europa, donde las madres y abuelas aprovechaban las sobras de galletas o bizcocho para crear algo dulce sin desperdiciar nada. Estas bolitas se preparaban mezclando migas de pan, mantequilla, azúcar y algún toque especial como ralladura de limón, canela o cacao. Luego, se formaban pequeñas esferas que se pasaban por azúcar para darles ese acabado brillante y crujiente.
Con el tiempo, esta receta fue viajando y adaptándose. En América Latina, por ejemplo, las bolitas de azúcar han adquirido variaciones con leche condensada, canela, coco rallado o incluso galletas molidas. Su preparación sin horno las ha convertido en una opción ideal para quienes buscan postres fáciles, rápidos y sin complicaciones.
Fácil y ricas
Hoy en día, este dulce ha pasado de ser una receta de aprovechamiento a una opción popular en fiestas infantiles, meriendas y hasta como regalo casero. Y lo mejor: se puede preparar con ingredientes que casi siempre tenemos en casa.
Así que la próxima vez que tengas ganas de algo dulce y no quieras complicarte demasiado, recuerda las bolitas de azúcar: un postre con historia, tradición… y mucho sabor.